jueves, 3 de enero de 2008

El "caracazo" de Venezuela (I)


Gracias a los comentarios de José Ramón González y David Lerín. Escrito inspirado en artículos de Salim Ramlani, Ernesto Villegas Polack, Okrim Al Nasal y Carlos Fernández Liria.

Dedicado a los opositores de Chávez que sólo consideran a los medios de comunicación como la COPE, Ansón, Pedro J. o El País. Si os animáis a leerlo, tal vez encontréis alguna verdad, os haga al menos cuestionaros vuestra posición y no creeros toda la basura interesada en hacer crecer al Capital:

Primera parte. Para aquéllos que acusan a Chávez de golpista, leer algo de historia nunca viene mal, ofrece mejores perspectivas de la realidad. Y comienzo la narración.

El "caracazo" fue el nombre con el que se dio a conocer el fenómeno social que tiró por tierra la estabilidad de Venezuela y puso fin al sistema político que se había heredado del dictador militar Pérez Jiménez, derrocado en 1958.Los hechos comenzaron con un programa de ajustes macroeconómicos concebidos por el FMI para transformar la economía del país. La punta del iceberg la encontramos el 27 de febrero de 1989, momento en el que el Presidente Carlos Andrés Pérez aumentó el precio de la gasolina y el coste del transporte público con el fin de obtener mayores inversiones extranjeras. Estas severas políticas austeras fueron aún más incisivas con los más pobres. En principio, Pérez no esperaba que los venezolanos respondieran a este nuevo programa económico con una ola de protestas espontáneas que estallaron por todo el país. En algunas áreas, los amotinados incendiaron tiendas, saquearon y levantaron barricadas.
La policía se declaró en huelga, en consecuencia, el gobierno perdió el control del país. Ante la situación, Pérez, quien se define como socialista, promulgó el estado de emergencia y ordenó que los soldados dispararan contra la multitud que protestaba en las calles. El 4 de marzo del mismo año, el gobierno declaró que había habido 257 muertos. Algunas fuentes no gubernamentales estimaron la cifra de muertos en más de 2000, junto a miles de heridos. A los oyentes de la COPE les debe quedar claro que estos miles de muertos y heridos fueron en 1989 y que, por tanto, no son, como suele decir Jiménez Losantos, consecuencia de la intentona golpista de Chávez en 1992.
El “caracazo” también tuvo un impacto profundo en sectores de las Fuerzas Armadas. Algunos jóvenes oficiales que se oponían a las políticas neoliberales se habían unido al levantamiento popular cuando Pérez ordenó a las tropas que abrieran fuego. Militares como Chávez se negaron a acceder a la orden del presidente, no quisieron disparar al pueblo. Por ello, fueron encarcelados.
Ciertamente, desde la década de los 80, el FMI y el Banco Mundial, con su ofensiva neoliberal y el apoyo del gobierno de Reagan, empujó a los venezolanos a la acción: se rebelaron contra las políticas diseñadas para empobrecerlos y que recompensaban a los más pudientes. Aunque el “caracazo” de 1989 surgió como una respuesta no organizada a las nuevas medidas económicas, el levantamiento también simbolizó años de descontento por la corrupción gubernamental. Las consecuencias se cristalizaron en la caída de Pérez, en el desgaste del prestigio de los dos principales partidos y en la apertura a una política alternativa, ajena a la estructura partidaria.
Cuatro años más tarde, en 1992, Hugo Chávez lideró un golpe militar contra otro corrupto gobierno civil, el de Rafael Caldera. Chávez y otros muchos oficiales habían aprendido de la experiencia del “caracazo”. El golpe fracasó, pero Chávez se ganó la simpatía de sus compañeros y de una gran parte de la población, con lo cual, el gobierno se vio obligado a liberarlo en 1994, después de haber permanecido poco tiempo en prisión. Es más, durante el golpe de 2002 contra Chávez, muchos oficiales permanecieron leales a él y, para sorpresa de los golpistas, lo reinstalaron en el poder en los dos días siguientes.Sus posteriores victorias electorales en 1998 y en el año 2000 le permitieron comenzar el proceso de reformas bolivarianas. No obstante, los funcionarios públicos ralentizaron el proceso dejando de cumplir decretos u obstruyéndolos, lo cual ha dejado a algunos sectores empobrecidos con un sentimiento de frustración.

1 comentario:

Unknown dijo...

"No sé por qué, si la luz entra,
Los hombres andan bien" Cernuda dormidos,VIVA CHAVEZ, LA VOZ DE LOS ORPIMIDOS POR FIN TIENE BOCA. OJALA QUE ESTE AÑO OTROS PUBLOS EN LATINOAMERICA Y TODO EL MUNDO DESPIERTEN. UN SALUDO