jueves, 21 de febrero de 2008

LA RETIRADA






No me despido de ustedes. Deseo solo combatir como un soldado de las ideas. Seguiré escribiendo bajo el título "Reflexiones del compañero Fidel". Será un arma más del arsenal con la cual se podrá contar. Tal vez mi voz se escuche. Seré cuidadoso.
Fidel Castro
Esta semana viví un día un poco melancólico, a la vez que histórico, en el que se auguran cambios y me temo que no todos positivos. No me he caracterizado por mi defensa interna de la figura de Fidel Castro a pesar de mi ideología, pero reconozco que algo nos remueve, a mis compañeros más allegados y a mi misma, cuando hemos oído hace dos días, al despertar esa mañana el anuncio de su retirada, publicado en Granma. Desde temprano recibí llamadas apesadumbradas por la noticia. Mi mejor amigo me dijo: “Hoy es un día triste. El líder de un pueblo valiente y un referente para millones de personas con alma revolucionaria nos deja huérfanos... Fidel se retira. Viva Fidel!”
No creo que haya que verlo como algo excesivamente negativo, a partir de ahora es posible que algún variable se suceda, lentamente. Sabemos a ciencia cierta que EEUU intentará meter mano en Cuba en cuanto vea la primera oportunidad pero tenemos confianza en la fuerza del pueblo cubano, que es lo verdaderamente importante, por encima de cualquier mandatario. Al igual que reconocemos las cosas ampliamente efectivas durante el mandato de Castro, a la par que somos capaces de hacer autocrítica del régimen que hemos apoyado desde que somos conscientes de que nuestros valores son esencialmente comunistas.
Indudablemente, Fidel Castro levanta pasiones, tiene la capacidad de motivarnos, de exaltar también grandes discusiones entre nosotros, unos lo aman, otros lo odian, pero son de esos personajes que no dejan indiferente. Sus palabras emocionan:
“Afortunadamente nuestro proceso cuenta todavía con cuadros de la vieja guardia, junto a otros que eran muy jóvenes cuando se inició la primera etapa de la Revolución. Algunos casi niños se incorporaron a los combatientes de las montañas y después, con su heroísmo y sus misiones internacionalistas, llenaron de gloria al país. Cuentan con la autoridad y la experiencia para garantizar el reemplazo. Dispone igualmente nuestro proceso de la generación intermedia que aprendió junto a nosotros los elementos del complejo y casi inaccesible arte de organizar y dirigir una revolución.
El camino siempre será difícil y requerirá el esfuerzo inteligente de todos. Desconfío de las sendas aparentemente fáciles de la apologética, o la autoflagelación como antítesis. Prepararse siempre para la peor de las variantes. Ser tan prudentes en el éxito como firmes en la adversidad es un principio que no puede olvidarse. El adversario a derrotar es sumamente fuerte, pero lo hemos mantenido a raya durante medio siglo.”
Aunque sea un dicho harto utilizado y popular, esto es ley de vida. Fidel es mayor, lleva muchos años en el poder y ha decaído físicamente. La renovación es deseada por muchos sectores, siempre y cuando el pueblo cubano sea el protagonista y quien tome las decisiones sobre el país, el pueblo debe ser su propio dueño.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me quedo con tu última frase. Los militares pa' casa. JL