
Creo que el país se juega su futuro y dependerá de la decisión de los españolitos lo que pase a posteriori.
Esta mañana me ha llamado la atención, en mi barrio, un grupo de chicos latinoamericanos jóvenes, al lado de mi portal, que hablaban sobre los candidatos y de cómo abordaban la inmigración. Claro, un tema que a ellos les repercute directamente. Consideraban a Rajoy un auténtico racista, fue lo poco que pude escuchar. Pensé que, a pesar de que estos chicos, que viven en nuestro país, no pueden ejercer el derecho al voto por su identidad de inmigrantes, sí les interesa lo que ocurrirá próximamente y se implican al menos en el debate político; probablemente más que muchas personas que sí pueden ejercer su derecho al voto pero les parece una cuestión baladí porque no se sienten representados, por pasotismo, o que se han obcecado en la idea de que todos los políticos mienten… qué sé yo. Y dejan una decisión tan importante como es la elección del color de un gobierno a los demás. Si esperan identificarse plenamente con un partido, no lo conseguirán, a no ser que ellos o ellas mismos/as organicen uno propio con sus cuatro colegas.
Me parece importante valorar todas las cuestiones y considerar con interés cómo las abordan las diferentes fuerzas políticas, que varía bastante. Y votar, porque las cosas que no te gustan, también se pueden cambiar desde el propio sistema, no hay que hacerlo siempre desde fuera. La presión y las alternativas para el cambio pueden ejercerse desde dentro, siendo partícipes; y desde fuera, ofreciendo otras vías. Las dos formas de lucha pueden mantenerse de modo complementario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario