lunes, 2 de junio de 2008

OTRAS VOCES FEMINISTAS


Foto de Irmina Saldaña.


La corriente de pensamiento Otras Voces Feministas está conformada por mujeres que nos desmarcamos del feminismo más institucional, aquel que suele hacerse desde los despachos, de espaldas a la realidad social y sin tener suficiente conocimiento de qué es lo que se mueve en nuestras vidas cotidianas.
Hace un par de años el movimiento feminista de Madrid salió a manifestarse teniendo como lema “El feminismo está en la calle” porque creemos que el feminismo no es único, sino plural, feminismos hay muchos (occidentales, árabes, mujeres que trabajan en grupos mixtos, feminismo cultural, feminismo anticensura…) y nos molesta que siempre nos represente una misma forma de pensar, monolítica, mayoritaria, con la que muchas veces no nos identificamos.
Son varios los temas que dividen al movimiento de mujeres, pero el que lo hace con mayor virulencia es el de la prostitución y, por ende, la sexualidad y las diferentes maneras de vivirla. También la inclusión de los hombres en la tarea de la consecución de la igualdad nos fragmenta. ¿Salimos a manifestarnos y “dejamos” que nos acompañen o preferimos ir solas?
Los ataques a nuestra forma feminista de pensar por parte del otro feminismo los tenemos que vadear todos los días, aquellas que nos acusan de dormir con nuestro enemigo, de abrir la puerta a los hombres y de ser unas traidoras al movimiento. Por suerte, el feminismo no tiene propietaria, nadie otorga el “carnet” de feminista por muchos años que lleve trabajando en la lucha de las mujeres; por lo tanto, podemos utilizar, coger, dejar y hacer evolucionar cuantos conceptos y acciones estén en nuestra mano. Todo esto es lo que representa Otras Voces Feministas.
Entendemos necesario un espacio propio para las mujeres, pero sin excluir la participación de los hombres; pensamos que no hay barreras a la hora de construir nuestra sexualidad, que nadie es dueño o dueña de un modelo de sexualidad único y de comportamiento social; apostamos por un discurso diferente en el que la pluralidad sea el punto de partida y de riqueza siempre y cuando los valores preeminentes sean la libertad, el consentimiento y el respeto a los derechos humanos. Entre las mujeres heterosexuales, queremos que nuestros amigos, amantes y compañeros, nos acompañen en esta lucha, no sólo para compartir las tareas del hogar (¡que también!) sino que buscamos una implicación más directa, corresponsabilidad, compañerismo; y no seres compactos incapaces de establecer otro tipo de relaciones en las que no medie el poder o/y la fuerza.
Una de las compañeras en este II Encuentro de Otras Voces comentaba con acierto estas reflexiones que nos emocionaron especialmente por la carga simbólica que lleva adjunta, todo un descubrimiento para muchas de nosotras cuando empezamos a plantearnos hace ya mucho qué es esto de ser feminista y qué feminismo queremos: “Afortunadamente entraron en el discurso otro tipo de mujeres no definidas en este análisis que no son ni sumisas, ni victimas, ni madres… pero que son mujeres y se sienten dentro de estos planteamientos: las putas, las boyeras, las trans…, las raras, que también buscan la construcción de su identidad como forma política de reivindicación de sus derechos y lo hacen imitando lo que ya hicieron y les fue válido para sus compañeras. Han sido capaces de sacar a la luz pública sus voces y sus discursos, amparadas y respaldadas por teorías sociológicas ininteligibles para las que no nos encontramos en esa élite intelectual, pero que les han dado legitimidad a sus voces y han permitido que las que no estamos en esos ámbitos las conozcamos, les pongamos nombre, cara, cuerpo, las podamos oír y compartir con ellas nuestras vidas y nuestras experiencias.”

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