jueves, 11 de marzo de 2010

Qué vamos a quemar

Cada 8 de marzo cantamos "¡Vamos a quemar la Conferencia Episcopal!". Pues bien, basta de amenazas, ¡hagámoslo! Nos quitaremos de en medio muchos disgustos. El siguiente, su nueva campaña en contra de la ley que regula la interrupción voluntaria del embarazo recién estrenada. Es poco lo nuevo que tengo que aportar pero no quería dejar pasar de largo mi derecho a la pataleta.

Haciendo un ejercicio de caridad se han gastado un pastón, 150.000 € según datos de El País, para llevar a cabo una campaña de chantaje emocional y no para ayudar a muchos países empobrecidos donde se mueren de hambre. ¡Hale! Para que este año tod@s os acordéis de marcar la X en la declaración de Hacienda y permitir que se lo fundan en la supresión de derechos para una parte importante de la población, que es la actividad que más les pone.

La campaña “¡Es mi Vida!... Está en tus manos” da voz “a los que van a nacer o que acaban de nacer, que no tienen voz, que están indefensos pero que tienen derecho a vivir”. Con estas palabras presenta su perversión el portavoz de la Conferencia Episcopal. Ya que las iglesias se están quedando vacías, han decidido hablar por las células de todo pichichi, incluso de los que aún no tienen criterio propio, porque la Conferencia Episcopal ya sabe lo que nos conviene a los demás. Si es que no tiene nombre. Y no, Monseñor Camino, la mentira es pecado, que está escrito en los mandamientos que se debería saber de carrerilla, la nueva ley no quita ningún derecho a las madres gestantes, de hecho, no les influye absolutamente en nada. Quien quiera ejercer su derecho a la maternidad, puede hacerlo, como siempre. Estoy harta de su demogagia, de su hipocresía y de sus patologías mentales, las que pretenden contagiar al resto de la sociedad.

No acaba ahí, con la nueva regulación del aborto, "el Estado da licencia para matar y deja de ser garante del bien común", definitivamente están chiflados. Exclusiva: ¡Nuestro país es agente 007! El Estado democrático no se erige como árbitro de la vida humana, sino como garante de derechos para todos y todas. Entonces, a su juicio, ésta debe ser sustituida por otra ley que sería más justa, que olería a prohibición, seguro, como lo arreglan todo. Es decir, todas a parir como conejas, que luego ya les educan, cuidan y mantienen ellos en función de sus "valores", esos que claman por las vejaciones y asesinatos en nombre de Dios; la represión con moralina, la pederastia no reconocida en sus filas, la condena de la homosexualidad, la desigualdad de clases (ellos siempre van del lado de los poderosos) y de género (por supuesto, todas a casa, y si puede ser, con burka, que somos malas mujeres desde que nos vestimos como putas y decidimos sobre nuestro cuerpo), ellos sí que saben lo que nos conviene.

Cuando no se tienen argumentos, siempre aparece dios, para eso lo inventaron, ¿no? Para castigar y otorgar letimidad a todo aquello que no la tiene por méritos propios, desde dictaduras políticas a delitos cometidos por la Iglesia. Y no lo digo por decir, ocho años de catecismo en mi infancia me avalan. Lo que olvidan por casualidad es comentarnos, aunque sea de pasada, que en los Evangelios apócrifos, esos que tacharon para no ser difundidos, Dios no tenía claro ni lo que quería del ser humano, que tal vez era un ente del género femenino y muchos más interesantes cuestionamientos de la "palabra de Dios", que merece la pena leer.

No le conozco y dudo mucho de su existencia, pero si hubiera una fuerza mayor todopoderosa, estaría del lado de la Teoría de la Liberación y se haría colega de Leonardo Boff y de los párrocos de Entrevías y huiría despavorid@ del Papa y de Rouco Varela, Monseñor Camino simplemente le daría grima.

4 comentarios:

A. S. Pérez dijo...

Hola Silencio.

En cierta forma, la iglesia católica puede o no meter la pata, cometer errores o estar a favor o en contra en muchos temas. Pero he de decirte, que la iglesia no es ningún partido político y por lo tanto no se le debe juzgar como a tal.

Y está formada por personas del pueblo, personas, que pueden tener una ideología política u otra y que también, como colectivo, al igual que los gays, lesbianas, agnósticos y otros, tienen derecho a expresar su punto de vista, pues para eso estamos en un Estado de derecho en donde la Constitución lo ampara en dos vertientes, libertad de expresión y libertad de religión.

Efectivamente las iglesias cada vez es posible que tengan menos debotos, pero por otra parte, gracias a la mala gestión de nuestro gobierno, mucha gente acude a las iglesias a que les den ropa y comida. Entre ellos, muchos no creyentes o practicantes de la religión católica, pero acudir a la iglesia, ten por seguro que acuden.

Y se les da lo poco o mucho que gracias a la buena voluntad de la gente, se ha podido reunir para posteriormente repartir entre sus fieles y no fieles sin distinción, porque al que va, no se le da un paquete más de arroz o aazúcar por ser católico.

Creo que hay que vivir y dejar vivir, por lo que el asunto de quemar, sería mejor dejarlo al margen y que cada cual según su criterio, crea, tenga fe, ignore, sea ateo o lo que quiera, haga lo que entienda que es lo mejor que debe hacer.

En cuanto al tema del aborto, me parece estupendo que se siga ignorando la voluntad del pueblo y puenteando a los padres, ya que al gobierno, porque ya se lo ha cargado todo, sólo le faltaba cargarse lo más importante, a las familias.

Saludos.

A. S. Pérez dijo...

Perdón por la errata de "debotos", quería decir "devotos". O esa "a" de más que he puesto en la palabra azúcar.
Como ves, todos alguna vez nos equivocamos...

Saludos.

Silencio dijo...

Hola Európides.

La Iglesia no es un partido político pero sí es un lobby y trata de funcionar como tal. Y creo que debería, como entidad religiosa, mantenerse al margen de las políticas y leyes que rigen la vida de los ciudadanos, al igual que el resto de religiones. Más que nada porque la moral adecuada es una cuestión individual de cada uno (quien quiera practicar o no una religión y tener o no sus creencias). Como bien dices, en un estado de derecho las libertades son una cuestión de tod@s y para tod@s, no solamente para los que se adscriben a las creencias de una u otra religión. Es decir, tener un derecho para un grupo de personas, no implica que los demás vean sus derechos mermados, me indigna cuando se lucha contra los derechos de cualquier colectivo en vez de fomentar que tod@s tengamos cada vez más.

En cualquier caso, mis críticas suelen dirigirse más hacia la cúpula eclesiástica que hacia la base. Ser atea no me impide valorar el trabajo que se hace desde distintos ámbitos, y para mi, la Parroquia de Entrevías es un claro ejemplo de respeto a la diversidad y de lucha por la justicia social, pero lo llevan practicando desde hace muuuuchos años, antes de que llegara este gobierno. Sin duda, prefiero como valor la solidaridad a la caridad.

En cuanto al aborto, sé que tenemos posturas divergentes (he leído el post que me mencionaste), pero insisto, si te ayuda, te transmitiría un mensaje de tranquilidad respecto a las familias, las mujeres no irán en masa a abortar, sobre todo, si puede evitarse mediante educación sexo-afectiva.

Gracias por tu comentario.
Un saludo!

A. S. Pérez dijo...

Es cierto lo que dices y no te quepa duda de que la base de la mayoría de las cosas está en la educación.

Cuando alguien me ve opinar, piensa de mi que soy un ferviente católico que defiende a ultranza todo lo que dice la iglesia.

Pues no, no soy creyente, cierto que soy católico, fui bautizado, hice la comunión, me casé por la iglesia. Pero no, no soy creyente, me considero agnóstico y soy tan incrédulo como tú. Pero date una vuelta ahora, en semana santa. Y verás que muchos de los que no les dice nada, están ahí.

Meteduras de pata? La iglesia mil. Y el hombre, el cura, otras mil. El humano se equivoca, comete fallos, delitos incalificables, de todo.

Y la iglesia tuvo mucho poder. Y encubierto aún lo tiene. pero eso es por algo, por una sencilla razón, porque todavía cuenta con muchos adeptos, millones.

Y eso, aún transformado en lo que defiende un partido u otro, sigue teniendo fuerza. No porque la religíón forme parte de un partido, sino porque hay muchos católicos en todos los partidos.

Soy consiente de que a la iglesia le falta mucho para adaptarse a nuestros tiempos, que vamos más rápidos y sé de los abusos que se han podido cometer a lo largo de la historia, de eso somos todos conscientes, pero la vida me ha enseñado una cosa, que todo requiere su tiempo, una adaptación y quizás, una oportunidad para que lo que creó el hombre y lo que siguen tantas personas, tenga un claro fundamento racional para todos.

Por mi parte espero que se sepa entender, que no todo es malo, que hay en la mayoría de los casos buena labor y que aún siendo ahora menos agraciada en recursos, la iglesia, ayuda a todos, sin tener en cuenta quien es cada uno o de donde viene y eso, es muy importante.

Saludos y muy buena reflexión, te felicito.