domingo, 6 de febrero de 2011

Hikikomori, jóvenes invisibles

Hikikomori. Aislamiento. Se trata de un fenómeno social (antisocial) que se da en adolescentes y jóvenes adultos varones japoneses, al parecer el único país, de momento, en el que se ha detectado esta dolencia.

No había oído hablar antes de ello, a pesar de que no es nuevo. Se comenta a menudo en los medios de comunicación los cambios entre los jóvenes, en cuanto al nivel cultural, que tiende a la baja. Sin embargo, las nuevas tecnologías ponen a su alcance todo tipo de información, fácil de conseguir. Se habla también del gran alcance de las redes sociales en internet y que es muy posible que las habilidades sociales individuales y la interacción social cara a cara esté mermando. Esto en nuestros países occidentales. Otra de las tendencias, es que en las últimas décadas, especialmente en los países nórdicos, la gente tiende a vivir en sus apartamentos "single" y que la familia extensa ha perdido claramente importancia.

En España el concepto de familia también ha variado, pero positivamente, hacia la diversidad, aunque existan grupos de ideología ultracatólica que no aceptan de ningún modo que se viva de una manera diferente a la que dicta la jerarquía eclesiástica, como si sólo hubiera una única forma de hacer las cosas, una única forma de vivir. Por suerte, no es así. Aunque aquí tenemos a nuestra maravillosa generación ni-ni (ni estudian-ni trabajan) de la que tendremos que responsabilizarnos en algún momento y veremos qué consecuencias sociales conllevará, nada bueno, seguro.

De este documental de la BBC, titulado "Hikikomori, jóvenes invisibles", me chocan algunos detalles de la idiosincrasia japonesa. Por ejemplo, cómo entienden el respeto en la familia, distinto de nuestra forma de ser, en cuanto a cómo afronta uno de estos casos una familia japonesa, de clase media, aparentemente "normal" (que cada cual entienda "normal" como mejor le parezca). Los chicos son capaces de recluirse voluntariamente en una de las habitaciones de la casa, que puede ser su habitación o una sala común, sin tener ninguna comunicación con nadie. Se dedican a jugar en la consola o ver la tele. Esto puede durar años, de hecho, el tiempo que la familia se toma hasta dar la voz de alarma es de ¡cuatro años! Y que les suceda algo así en una casa es algo vergonzoso desde el punto de vista social.

La familia sigue proporcionándole la comida desde el otro lado de la puerta, aunque se haya desencadenado una gran drama familiar. Increíble la acumulación de basura en la habitación del recluso, abandonan totalmente la higiene personal y así... se convierte en una situación insostenible.Simplemente inquietante...

¿Cuáles son los valores que estamos cultivando para que esto se extienda? ¿El hedonismo y la inmediatez? Sobre esto, leí un artículo en la página La Petite Claudine muy interesante: "Leemos más que nunca pero no nos enteramos de nada, porque, como le ocurre al protagonista de Mad Men, ya sólo nos gustan los principios de las cosas. Todo lo que no nos proporciona la satisfacción inmediata de lo fresco, el subidón de lo nuevo o la velocidad de una introducción nos resulta insoportablemente aburrido." 

¿O la feroz competitividad? No sólo la de los mercados, también en un sentido micro, por un puesto de trabajo, por ejemplo... La competencia por escalar en la empresa privada. Esto junto a la desvirtuación de la solidaridad son consecuencias del neoliberalismo monstruoso. ¿Seremos todos un poco cómplices?


Para la reflexión...


Por cierto, si queréis ver el documental sobre hikikomori, podéis pinchar aquí.

18 comentarios:

Felipe Medina dijo...

No había oído hablar del fenómeno del Hikikomori.

Japón siempre es diferente como son todos los países asiáticos
En cuanto a la realidad occidental sí es muy cierto que los viejos patrones han cambiado y,a mi modo de ver,para mejor

Silencio dijo...

Hola Felipe.
Estoy de acuerdo contigo, en general se han dado cambios para mejor pero eso no quita que se generen otro tipo de perversiones... pues eso, como decía en el post, los ni-ni o el exacerbado individualismo, que ha tirado prácticamente por tierra la lucha colectiva...
¡Saludos!

JODIDOS (la minina y el sietemesino) dijo...

Interesante texto.
No tenía constancia del Hikikomori pero lo cierto es que, a medida que transcurre el tiempo, parecemos más y más individualizados; por diferentes razones poco a poco vamos despojándonos de ciertos valores (si es que los tenemos) como la conciencia social, por poner un ejemplo. Supongo que es uno de los tantos logros del Sistema.
Es en las nuevas generaciones donde parece evidenciarase con mayor nitidez esa actitud sedentaria, antinatural, tan poco conveniente para la autorrealización. Y la "nueva hornada" es la que, más pronto que tarde, tomará las riendas de todo este tinglado llamado sociedad. ¡Dios nos pille confesados!.

Es un auténtico placer leerte, Huellas.

Un besito

neko dijo...

Buscando hace años un documental sobre niños soldado me descargué este mismo, y me dejó impresionada porque era algo de lo que nunca había oido hablar.

Me pareció alucinante cómo las familias japonesas pueden soportar algo así durante años por verguenza o miedo, o lo que sea... dado que en muchos casos si hubieran puesto medidas al principio no habrían llegado a esa situación. Supongo que es una especie de derivación de un estado depresivo, pero siempre hay alguna salida, porque después de tantos años la reinserción en la sociedad es muy complicada.
Hay un caso que me pareció extremo en el que el chico se había apropiado de la cocina y la familia tenía que cocinar en otro sitio.
Es curioso como es un tipo de problema que por ahora solo se da en Japón, pero supongo que cada pais tiene su cruz, como aqui los ni-nis de los cojones. Menuda panda de parásitos estamos criando.

Silencio dijo...

Hola Minina y Sietemesino. Estoy de acuerdo contigo. Además se están dando cambios sociales a una velocidad increíble y no se está (no estamos) sabiendo dar respuestas. Cuánto vamos a echar de menos a algunos pensadores como Saramago...

Un fuerte abrazo

¡Hola Neko! Leyéndote me he acordado de un documental sobre niños soldado de Fernando León, dentro de "Invisibles", son varios cortos-documentales sobre diferentes problemáticas, por si quieres verlo, a lo mejor ya lo conoces...

¡Otro abrazo!

Towanda dijo...

No había oído algo acerca de ésto, pero me parece muy interesante y preocupante que se extienda.

Tienes un blog muy interesante con temas sociales (que me encantan) y relatos (que me encantan, más aún).

Voy muy pillada de tiempo hoy pero volveré a visitarte y leerte.

Un abrazo.

Silencio dijo...

Cuando quieras Towanda... ¡Bienvenida!

Paco Bailac dijo...

Maravilloso aportación a la actualidad social. Gracias, ayudaré a amplificar tu aportación.
Un cordial saludo


Paco

Silencio dijo...

Estupendo! Para mi ha sido un tema completamente nuevo y sólo tengo nociones muy básicas de la cultura japonesa, así que te seguiré de cerca.
Gracias Paco.

María dijo...

Gracias Silencio por compartirlo, también yo lo desconocía.

En cuanto al creciente individualismo de nuestra sociedad, y la sociedad cada vez más superficial carente de valores y aspiraciones, ¿qué podemos hacer?

Siempre he pensado que todos y cada uno de nosotros creamos cultura, y que a nuestro alcance están grandes cambios por imposible que pueda parecer en un primer momento.
"el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo" (proverbio chino)

¿qué se os ocurre que cada uno, desde nuestras capacidades personales, podemos hacer?

Silencio dijo...

Hola María.
No sé, no sé, preguntas difíciles. En mi opinión, el tejido asociativo es un buen lugar para incentivar cambios y presionar como movimiento civil, por ejemplo. Pero cada persona debe buscar el lugar desde el que se sienta más cómodo, ¿no? Ahora, que está tan de moda el ciberactivismo, que está muy bien, pero no podemos quedarnos siempre en casa detrás de la pantalla del ordenador, al menos yo sigo creyendo en la fuerza del colectivo y de los movimientos sociales en la calle.

A. S. Pérez dijo...

Las culturas diferentes siempre nos sorprenden por su forma particular de entender la vida.

Cambian los conceptos y también cambian las personas, por lo que nos vamos adaptando paulatinamente a lo que nuestra cultura y valores nos inspira en cada momento.

Por otra parte, venía a darte la enhorabuena por este humilde Premio Európides al Buen Blogger

Un cordial saludo.

Silencio dijo...

¡Muchísimas gracias Eurípides! ¡No veas qué subidón cuando lo leí! Un reconocimiento muy motivador para seguir enriqueciendo la blogosfera.

¡Saludos! ;))))

Chary Serrano dijo...

No conocía tu blog, pero vengo a darte la enhorabuena por el premio Európides.
Me quedo para echarle un buen vistazo

Silencio dijo...

¡Muchas gracias Chary! Las buenas noticias son inesperadas, jeje. ¡Bienvenida!

carlos63 dijo...

Vaya no conocia tu blog y me ha gustado. A mi sidebar que tengo que venir mas a menudo.

Felicidades por el premio y un abrazo.

Explorador dijo...

Jo, que trágico. me gusta la reflexión sobre el placer inmediato, lo instantaneo...reconozco que me pasa un poco.

Pero tampoco creo que pudiera vivir así...afortunadamente. Algo hacemos mal, como sociedad, me temo, no obstante.

Un abrazo :)

Silencio dijo...

Hola Carlos. ¡¡Bienvenido y enhorabuena a ti también por la Perla del Turia!!

Hola amigo Explorador. La búsqueda del placer inmediato creo que es inherente al sistema económico (al final siempre tengo la sensación de que todo lleva a la misma raíz); de hecho el tema también me recuerda al documental "Comprar, tirar, comprar", lo emitieron por TVE hace semanas, puedes verlo en la página de RTVE.

Un abrazo a los dos