lunes, 21 de abril de 2008

PENOSA CAMPAÑA


Desde el día 7 de este mes podemos ver por todo Madrid los terribles carteles con los que el Ayuntamiento ha empapelado la ciudad. “Tu dinero hace mucho daño. Porque tú pagas, existe la prostitución” reza el eslogan. La primera vez que los ví en la parada de metro de mi barrio, me quedé de piedra, no daba crédito. Y eso que no es la primera vez que escucho esas palabras.
Todos conocemos las hipócritas políticas abolicionistas del Ayuntamiento de Madrid, sus ofensivas campañas publicitarias y el hostigamiento policial en la calles, que es con lo que lo arreglan todo en esta santa ciudad. El Consistorio está obsesionado con una sola cosa: limpiar las aceras de putas, mendigos, yonquis y otras figuras callejeras que tanto les molestan y osan ensuciar su pulcra vista; eso sí, sin ofrecer ninguna alternativa real a estos colectivos, palabrería vacía. Una pena que no se preocupen de la especulación inmobiliaria en la zona centro que tanto dinero les está haciendo ganar a sus “amigos”, y deja al resto de los ciudadanos desprotegidos; ni tampoco les interesan los grandes traficantes de droga, no, se ocupan de los más tiradillos, de aquellos que no tienen absolutamente nada y son más vulnerables.
A lo que iba. Lo que más indigna de esta campaña criminalizadora, pagada con los impuestos de todos los madrileños (que anda que no hay cosas más necesarias que gastarse millones en la impresión de estos carteles), es la foto que acompaña al texto, que me parece lo más demagógico, tergiversador, culpabilizador para el ciudadano de a pie y rastrero que he visto en mucho tiempo. Aparece un club denominado “Tráfico de Armas” y otro club llamado “Explotación de Mujeres” intentando vincular prostitución, una actividad completamente legítima, con delitos relacionados con la trata de personas, tráfico de drogas, tráfico de armas, etc.
El Ayuntamiento no deja claro en ningún momento qué tipo de información, datos o/y argumentos sostienen este tipo de campaña, exceptuando la pura ideología (moralista). Porque con ese dinero que se paga por los servicios, las personas que ejercen la prostitución se dedican a vivir, igual que cualquiera con su sueldo: pago de alquileres, hipotecas, ropa, comida, educación de los hijos, caprichos, manutención de familiares, viajes…
Esto demuestra una vez más que la mayor violencia hacia las prostitutas, desgraciadamente, suele venir por parte del estado y demás administraciones públicas, que no les reconocen ningún derecho, las considera delincuentes, sospechosas, acosándolas permanentemente como si su trabajo no fuera lícito.
La prostitución es nuestro país no está prohibida, sino que existe un vacío legal que repercute en que todas estas personas que realizan servicios sexuales pagados, no puedan gozar del reconocimiento de ningún derecho laboral y social.
Desgraciadamente, aparte de quejarnos, nos queda esperar a que estos carteles nefastos desaparezcan y dejen de culpabilizarnos por intentar tener unos minutos de placer pactados con otra persona adulta a cambio de dinero.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

...yo también me quede de piedra.

Cliente X dijo...

Vaya me ha encantado esta entrada. Tu crítica es muy acertada, nuestro Ayto emplea el discurso abolicionista sólo como retórica mientras en la práctica sus acciones demuestran ser contrarias a los intereses de estas mujeres.

Pero con esa campaña no buscaban tanto disuadir la demanda como criminalizarla, creando una imagen del consumidor de prostitución como un ser detestable que abusa de las mujeres y que por consiguiente debe ser castigado.