miércoles, 17 de diciembre de 2008

Construyendo My blueberry nights

"¿Cómo le dices adiós a alguien al que no puedes imaginarte sin él? No dije adiós. No dije nada. Sólo me marché. Al final de esa noche, decidí tomar el camino más largo para cruzar la calle."
My bluberry nights

¿Para que están las amigas si no es para que te lleven a ver buenas películas? Fui a ciegas al cine, es lo que tiene la confianza, que te dejas hacer. No sabía apenas nada, sólo conocía al director por su película “Deseando amar”, preciosa, una obra de arte hecha con imágenes, tiempos ralentizados, simbolismo y música, con personajes que hizo sufrir a rabiar. Dudé por si ésta tenía más de lo mismo, aunque fuera con personajes norteamericanos, los preconcebí menos profundos; para salir hecha polvo del cine no pago, estos días prefiero comedias o, al menos, algo más insustancial o simplemente me conformo con finales felices. Por suerte, éste lo fue y me da igual si el guión tiene mucho de predecible. Algunos críticos dicen que el guión no es bueno, que le falta estructura y que tiene unos giros narrativos nada coordinados con la historia.
La película me llegó a lo más hondo, el director volvió a utilizar sus ingredientes característicos pero de otra forma. Algunas partes del diálogo entre los personajes tienen mucho de real, cuando te buscas y no encuentras, cuando necesitas hablar con alguien y pillas por banda a la primera persona con la que te cruzas, que cuando te rompen el corazón necesitas ahogar las penas en el dulce, las noches en vela, cuando en momentos masoquistas deseas con intensidad el tropiezo con la persona amada aunque haga daño (como cuando la protagonista se pasea enfrente de la casa de su ex y mira hacia las ventanas) y las reflexiones que hace consigo misma, transmitidas con una sensibilidad impecable... Qué razón cuando piensa que hay cosas que es preferible escribirlas que hablarlas. Planos muy expresivos y cuidados, en los que poco más se necesita para transmitir emociones y, cómo no, los dulces besos inesperados.
Te inundan en tristeza las reflexiones de los personajes, porque sabes que pueden ser ciertas “A veces, aunque tengas las llaves, esas puertas aún... no pueden abrirse, ¿no? Incluso si está abierta la persona que buscas tal vez no este ahí.” Y otras veces consiguen esperanzarte "No fue tan difícil cruzar esa calle, después de todo. Todo depende de quién espera al otro lado."
Película muy recomendable, si os apetece pensar un poquito sobre vosotros mismos. Pero también para que disfruten los sentidos. Por cierto, Natalie Portman está tremenda.

"A veces dependemos de otras personas como espejo. Para definirnos y decirnos quienes somos."

No hay comentarios: