
Si es que los peperos son todos iguales, porque no necesito ver a la señora meter la papeleta en la urna para saber lo que vota religiosamente. Se les llena la boca con la palabra DEMOCRACIA, de la cual desconocen su completo significado y lo pervierten, además de pasarse por el forro el respeto a las minorías. Isabel Cortés, "premio carta a la tolerancia", ha pasado por alto que la finalidad intrínseca al concepto de democracia es la de salvaguardar los derechos de las minorías, derecho que muchas veces se viola impunemente por el "bienestar mental" de la mayoría, que esto de respetar la diversidad se nos da un poco mal. Si es que pasa no sólo con la religión, sino con la orientación sexual, la política, la actividad económica que desarrolles... y cualquiera que viva bajo unas normas diferentes a las establecidas (pero siempre desde un punto legal y sin hacer daño a nadie, eso se da por entendido).
Pero mi indignación no acababa aquí, sino que una persona llamada Maite, firmaba otra carta que me daba risa, trataba el eterno debate sobre la inmigración: "[...] en mi entorno tengo amigos inmigrantes que actualmente están en la misma situación económica que yo y gozan de unas ayudas que yo, por ser española, no tengo.
Creo que España es un país que no trata tan mal a los inmigrantes como se dice o se hace ver. Sí es cierto que existen empresas que los explotan; yo, personalmente, también me he sentido explotada por alguno. ¡No dramaticemos, por favor!"
Total, que nuestros vecinos inmigrantes, deberían darnos las gracias con la mano en alto cada mañana por dejarles permanecer en
Maite, guapa, ¿por qué no me haces un favor? Móntate en una patera y luego cuéntame la experiencia por carta. (¡Andaaaa! Qué buena idea para el programa 21 días.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario