viernes, 5 de noviembre de 2010

Los misterios de Morfeo

Entre los temas que siempre me han llamado la atención, por los enigmas que encierra, se encuentra la capacidad para (re)crear mientras se duerme. Probablemente porque siendo algo tan normal, que sucede todos los días, a la vez me resulta inexplicable, emocionalmente arrollador y secretista. La mente realiza construcciones cognitivas aun cuando nosotros mismos no somos conscientes de ello, revelándose para las personas que desconocemos su funcionamiento como un centro de actividad inabarcable.

Mi personaje de miedo preferido era Freddy Krueger (lo es aún). Me flipaba la idea de alguien que tenía la capacidad para adueñarse de tus sueños y asesinarte mientras simplemente dormías. Y fantasías que comenzaban en tiernas historias se tornaban de repente en pesadillas en las que quedaban atrapados. Esa sensación de auténtica vulnerabilidad me impresionaba mucho más que ser perseguida por cualquier otro malévolo protagonista que fuera armado hasta los dientes.

Y pensaba que si Freddy Krueger regresaba, yo podía tener todas las papeletas, porque soñaba muchísimo hasta hace un año; pesadillas de todo tipo y también, por suerte, alguna que otra historia que no tiene que ver con el miedo, aunque de esas recuerdo muchas menos. Hasta he colgado cerca de la ventana el atrapasueños, ¿será que funciona? He leído que todo el mundo sueña entre cinco y seis veces durante la noche, cuántas historias sobrevuelan la ciudad en las horas nocturnas... Cuántos momentos en los cuales el inconsciente es libre, sin moral enjuiciadora ni educación adquirida.

ORIGEN es la película que vi hace un par de meses cuya trama gira en torno a la construcción de los sueños, con trabajados efectos especiales. Me gustó mucho y, sinceramente, me importa poco si el guión deja cosas pendientes o mal explicadas, ya que el mundo onírico no tiene por qué seguir las normas del mundo real. Lo que más me llamó la atención es que los personajes se introducían en los sueños con la intención de colarse en el subconsciente de una persona y así cambiar sus ideas… El detalle de poseer un símbolo material, que nos permite distinguir mediante el tacto y su uso si ya hemos despertado… o bien continuamos en un “camino real hacia el inconsciente” como describiría Freud. Parece que entre sueños también es posible perderse… y proyectar.

4 comentarios:

Explorador dijo...

Es el mundo más misterioso que se pueda imaginar, para mí tambien. Una pequeña confesión: cuando era niño me encantaba sobre todos los demás un comic de patoaventuras :P en el que el inventor (Ungenio, se llamaba jeje) creaba una máquina para entrar en los sueños, y allí se iban. Cuantas veces lo he echado de menos...y luego me han dicho que en una fase del sueño apretamos mucho los dientes y movemos rapidísimamente los ojos. Que cosas.

La idea de Krueger es genial, sí, no he visto las pelis, pero claro, es la única forma en la que no puedes defenderte. Y la peli no la he visto, pero tiene buena pinta (aunque a mi hermano no le gustó nada).

Un abrazo muy fuerte :)

Silencio dijo...

¡Buenas Explorador! Qué llamativas nos resultan aquellas cosas que desconocemos y a la vez son tan cotidianas, como las de soñar, sea dormidos o despiertos.

La película que creo que más vale la pena de Krueger es la primera, la clásica, no el remake que han estrenado este año... por si te pica la curiosidad en algún momento.

¡Un abrazo!

Explorador dijo...

Apuntada queda, si tengo algún rato quizá me decida. Muchas gracias, saludos :)

Mónica dijo...

En Origen son conscientes de que están soñando, imagínate poder manejar los sueños a tu antojo...