Los finales son tristes, excepto cuando se trata del final de una enfermedad, de una condena o de una crisis, que contiene entonces una sensación liberadora. Cuando las cosas negativas no tienen conclusión y se intuye que lo adecuado es romper con lo que nos frustra y nos atormenta, el epílogo se descubre como un algo redentor, que nos absuelve del dolor vivido.
El final de un proyecto que nunca tomó forma y, a pesar de ello, insistimos en recuperarlo una y otra vez, desgastándonos y exasperándonos. Es curioso, a veces tenemos que aprender a desistir, a dejar morir, a aceptar que nos han ganado la batalla por muy duramente que hayamos peleado o trabajado por ello. La resistencia nos hace fuertes, nos demuestra de lo que somos capaces. Sin embargo, la desesperanza nos hunde y no nos deja vislumbrar la luz al final del túnel. Puede haber finales que se precipitan sin intuirlos y otras veces los finales se alargan como el chicle.
Sin fuerzas ya, aceptamos la derrota en la batalla, abrumados y desarmados, agotados después del esfuerzo, sin ganas, sin compensación por lo aportado.
Pero un nuevo abanico de posibilidades se presenta después del duelo: las puertas se cierran y se abren.
10 comentarios:
mi huella en tu blog, para hoy es pedirte por favor que este no sea tu final. Porque me encanta lo que cuentas y como lo cuentas. Saludos de este tu amigo falsario.
www.falsario.org
¡Hola Falsario!
No, no, no estaba pensando en ningún final concreto cuando lo escribí, sino en muchos a la vez, anteriores...
Bienvenido, estás en tu casa.
Un abrazo
2Sin compensaicón por lo aportado". Creo que esa es una de las cosas más frustrantes e injustas de esta vida tan absurda...
¡Uy! Seguro que es sólo un pequeño ejemplo de tantas cosas frustrantes e injustas...
Me alegra saludarte Nat.
Nada de desistir!! Nuevas puertas están esperando a que uno las abra...
Un beso,
Eso es, Carmen, siempre en positivo, jeje.
Un beso
Buenas tardes.
Muchas gracias por tu visita al blog; es un placer. El tuyo tampoco está nada mal, de hecho, y con tu permiso, me quedo un ratito leyéndote.
Un besito.
¡¡Bienvenid@ Jodidos, (jeje)!!
Un beso
Siempre es triste...pero la vida es acabar y recomenzar, me temo. Mientras podamos respirar, siempre podemos luchar por empezar de nuevo :)
Besos, ¡hasta pronto!
Sí, Explorador, es un continuo. Pero también importante, saber apreciar lo bueno que nos rodea.
¡Saludetes!
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