Con alivio de haber dejado atrás situaciones y momentos, recordando lo mal que vivimos aquella semana en la que todo fue una mierda... Ese día que nos sentimos engañados, y sabemos a ciencia cierta que fue ese domingo concreto por la tarde porque coincidía con una comida con los amigos escrita en la agenda, en la que te tocaba cocinar (¡horror!)... La fecha de un concierto, de una clase, de un abandono, de una reunión fuera de horario laboral, de una quedada en tu casa o en la mía; aquellos días entre semana en los que intentaste ver a una amiga y no pudo ser; las confidencias de madrugada en esa noche que recuerdas perfectamente porque coincidía con el cumpleaños de uno de tus mejores amigos; la película apuntada y que olvidaste ir a ver al cine...
La nueva agenda en blanco se abre con interrogantes, titubeos, vacilante, con algunos dilemas que arrastramos del cuaderno anterior... Me da respeto por la incertidumbre de saber si será la adecuada acompañante de cada día... Si sus hojas se pintarán de satisfacciones eufóricas o quizá alguna lágrima pose en sus páginas...
Qué es lo que nos aguarda... Como decía sabiamente la abuela de una amiga: "El tiempo lo dirá".
5 comentarios:
la abuela era sabia, el tiempo lo dira
El tiempo... sí, en esa frase hecha se habla de futuro, pero el presente y el pasado también son tiempos. Y también hablan. ¿No crees?
recuerdo cuando dejé mi agenda en papel para apuntar mis cosas en el móvil, mucho más efímero sí, pero lo que hice fue abrirme un blog ;)
Gutierre, es que yo sigo siendo una romántica y me gusta el papel. Para gustos... los colores.
¡Aupa ese blog sociosentimental que te marcas!
Yo he intentado pasarme a la PDA y a la agenda del móvil, pero siempre acabo volviendo al fiel papel... Fechas señaladas y cumpleaños, heredados de años atrás, de gente a la que en algunos casos perdí la pista hace tiempo. Somos unos nostálgicos... en fin.
Un saludo. Por cierto, yo participo con esto:
http://soulseeker.bitacoras.com/archivos/2009/12/16/que-tal-el-2009
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